“El futuro está oculto detrás de los hombres que lo hacen”.
Anatole France
He recurrido a Anatole, en seis oportunidades, con esta, no solo por el enorme respeto que le guardo, sino porque en la multiplicidad de su trabajo: el hombre, el futuro y como llegar a él a través de un presente racional, es un hilo conductor de casi toda su obra.
Los que escriben, en orden a los pensamientos, o tratan de dejar una “obra de filosofía”, o discurrir simplemente por la vida citando el porvenir, puede ser reconocido por estos tres elementos: la esperanza, la no aceptación del fracaso como inevitable, y el respeto a la inteligencia humana.
La semana pasada decíamos;
“No quiero agobiarlos con disquisiciones de orden filosófico, solo digo: las sociedades miran hacia adelante, planean, proponen, prometen, desean, sueñan y todo esto se coloca hacia adelante, y cuando se trata de mirar lo que puede llegar a venir, no queremos repetir los dolores, las frustraciones, no queremos ser más cómplices de las inmoralidades, podemos por fanatismo, adhesión, militancia, nada que decir, pero en el fondo de nuestro espíritu sabemos cómo son las cosas” (1).
A raíz de este comentario, y de algunos supuestos estudios de opinión, mirando “franjas etarias”, algún amigo trato de persuadirme de que estaba en un error, que los jóvenes acompañaban la fórmula Fernández- Fernández, por no sé qué de “los derechos”, y esas cosas que se dicen cuando es difícil de explicar las contradicciones.
Sobre esto pretendo reflexionar con ustedes, sobre todo porque ha sido una semana interesante en poder visualizar la confrontación entre las propuestas de futuro, y el “eterno retorno”: esta vez solo en búsqueda de impunidad.
El futuro
Si algo ha probado la historia, la filosofía, la antropología social y porque no la vida misma: es que retornar al pasado, de donde nos fuimos, volver a esos territorios conocidos, no es ni venturoso, ni está en nuestro ADN cultural y como en el caso que analizamos no es constitutivo de conductas inteligentes.
Cuando escribía la semana pasada el texto que cito, ocurrían dos hechos importantes para nuestra sociedad: en Japón el Presidente Macri participaba de la Cumbre del G20, y simultáneamente en Bruselas los “Comisionados” de la Unión Europea y los Cancilleres del Mercosur, firmaban un Acuerdo que llevó 20 años su redacción que no es otra cosa que una “Hoja de ruta”, un compromiso importante del cual me referiré más adelante, lo cierto es que por obra de la tecnología pudimos presenciar en directo ambas situaciones, ver por ejemplo como en Japón el presidente Macri era objeto de demostraciones de enorme reconocimiento de los líderes de países que integran la UE y de otros que no, pero que entienden que el moderno liderazgo personal del presidente de los argentinos logró definir en tres años lo que se había empezado a planear veinte años atrás.
Vimos como un emocionado Canciller le anunciaba al presidente la firma del Convenio, sentimiento que se entiende ya que Jorge Fauirie fue el funcionario que lo comenzó allá por el año 1995, y sin duda este acuerdo lo debe sentir como propio.
También vimos las reacciones miserables de quienes debieran haber tenido la grandeza de reconocer el final de un trabajo donde ellos debieron participar.
“El Acuerdo de Asociación Estratégica Unión Europea Mercosur.”(2)
Al pie agrego el link de Cancillería que explica de manera sencilla de que se trata dicho Acuerdo, los plazos y tiempos, las excepciones, salvaguardas, reservas, protecciones y el fondo que la Unión Europea crea para financiar las transformaciones que el Mercosur necesita en orden a sus Pequeñas y Medianas Empresas, para enfrentar el desafío del futuro de mejor manera.
Por lo tanto mis comentarios son más de orden político que técnicos, este Acuerdo de Asociación Estratégica, define con su nombre su característica: es una asociación de Grupos organizados de Países, con sus diferencias articuladas en instituciones, que enfrentan el desafío del mundo por venir de manera conjunta, en un Mundo cada vez más interrelacionado, donde la tecnología nos une, mantener los “mercados” cerrados no es solo un anacronismo sino una irrealidad, frente a esto una parte importante de la Dirigencia política, empresarial, lo ha entendido y por supuesto existen los que de manera peligrosamente “conservadora” se aferran a lo único que conocen, el pasado.
Es conmovedor leer a los políticos franceses alzar su voz en contra del Acuerdo, o partes de él, temerosos de que el mayor desarrollo agroexportador del Mercosur, les arrebate un Mercado cautivo como el europeo, es decir los “campesinos” franceses, protestan contra los exportadores americanos, simplemente porque los nuestros son mucho más productivos, los une a los argentinos que suman su voz en contra del acuerdo con una profunda ignorancia.
Europa es un Mercado de más de quinientos millones de habitantes con un promedio de más de treinta mil euros de ingresos, y con una sofisticación en el consumo que permite a los productos del Mercosur jugar en sus mercados sin mover demasiado el amperímetro, pero resultando de enorme importancia para las exportaciones americanas, y la posibilidad de desarrollo de valor agregado, trabajo e inversión.
En la argentina, la oposición, es decir: el peronismo, las izquierdas y algunas tribus “liberales” se sorprendieron con el acuerdo, no por desconocerlo sino por razones mucho más “municipales”.
El Peronismo con Carlos Menem inició las primeras rondas de negociación, las mantuvo De la Rua, Duhalde no se detuvo, recordemos que Roberto Lavagna estaba de embajador en la Comunidad Europea, por lo tanto algo que ver ha tenido, al menos en las primeras negociaciones, luego vinieron los años de Néstor Kirchner, que no apuró, muy por el contrario, detuvo las negociaciones, porque ahora sabemos que para su esquema de “acumulación”, el crecimiento de las exportaciones argentinas al Mercado Común Europeo no le significaba ningún negocio personal.
Cristina tuvo dos momentos: uno donde expresaba interés en el avance del Acuerdo, pero en general nunca entendió de que se trataba, ya que ella prefería ser una figurita “progresista” en el UNASUR, y no una Estadista; sus Jefes de Gabinete: Alberto Fernández, Sergio Massa, Capitanich, Aníbal Fernández Abal Medina, no pueden decir que no saben de qué se trata el Acuerdo, o si en realidad, ninguno de los nombrados se acuerdan de los bolsos de López, de las ordenes de pagar rápidamente a Lázaro Bárez, de la falta de pago a la AFIP de Cristóbal López, de la permeabilidad de las fronteras con la droga, de pagar a los Fondos que habían comprado las deudas que ellos generaron, es decir los Jefes de Gabinete que no se ocuparon de lo local, no les podemos pedir que se ocuparan de los Acuerdos internacionales ¿verdad?
Además la Cancillería de Timerman, solo se preocupaba de que Cristina Fernández firmara un Acuerdo con Irán, que según el candidato a Presidente Alberto Fernández es en sí mismo un encubrimiento del atentado a la AMIA, o esas tonterías de vender tractores de cartón a Angola.
Por lo tanto la reacción frente a la firma del Acuerdo Estratégico, fue de sorpresa, y lógicamente de oposición, como no se participó, no se sabía y terminan oponiéndose por los peligros que no existen, quedando en una situación desairada, ya que los supuestos objetos de la preocupación de Alberto Fernández Axel Kicillof (Veni Chiquito) ,es decir CAME, las Pequeñas y Medianas Empresas, que si estaban al tanto de las negociaciones, no solo las avalan sino que se preparan para las transformaciones que estos acuerdos sectoriales les posibilita.
El peronismo “dogmático” solo cacarean por los rincones con frases como la de Espinosa, “no pasa el Congreso”, y otras parecidas.
Los liberales han tenido dos reacciones, los intelectuales , Economistas serios, de augurio, de reconocer que es el camino que nos permite una inserción en los Mercados que mejoran la competitividad, y requiere de medidas como bajar el gasto público, reforzar el valor de la moneda bajando inflación, eliminar impuestos excesivos y que distorsionan, es decir su “Agenda”, y los otros “liberales” los panelistas filo peronistas que se oponen patéticamente, llorando por los rincones de los Canales de televisión cada vez con menor audiencia.
El Acuerdo: nos habla del futuro, nos genera un proyecto de País, a los que se quejaban porque aparentemente el Gobierno no tenía “un plan”, bueno parece que se han equivocado, este Acuerdo Estratégico es en sí mismo un plan, participar de una asociación nos exige a ,los miembros hacer los cambios necesarios para estar en ella.
Deberemos seguir bajando el gasto público, ya dominamos el déficit “primario”, ahora debemos tener equilibrio Fiscal con los intereses de la deuda, un esfuerzo mas, que requiere que los actores de la política sean coherentes; es exportando que se logran las divisas que se necesitan, se baja el “gasto” trabajando, dando posibilidades de inversión.
Este Acuerdo Estratégico, es por sí mismo y por su extensión en el tiempo un Proyecto Nacional, donde todos los actores de la política presente han participado desde 1995, es un enorme desafío para ellos estar a la altura, y contribuir a mejorar los perfiles, haciendo los acuerdos necesarios para modernizar las legislaciones laborales e Impositivas , de hecho la Industria del Petróleo lo hizo , hoy Vaca Muerta y los demás emprendimientos son un ejemplo de competitividad y desarrollo sustentable, es por ahí.
Claro, esto requiere seguramente una nueva Dirigencia Sindical, es el momento de que los viejos dirigentes dejen paso a que los nuevos se preocupen de ellos, por ejemplo: en resolver sus causas penales sin usar a la sociedad de rehén.
La oportunidad.
Decíamos al principio de esta nota, que según algunos estudios la franja etaria entre 16 a 30 años, estaría dispuesta a acompañar con su voto a la formula Alberto Fernández, Cristina Fernández, por no sé qué cuestión de los “derechos” y de una estética más ligada a ellos, será por La Cámpora, o porque poner candidatos a Diputados ligados a minorías sexuales, o jóvenes que toman escuelas, los acerca a las esperanzas de los jóvenes, no lo sé pero me parece que se equivocan.
Como todos hemos sido adolescentes podemos ser honestos y decir que si algo sabemos todos, independientemente de nuestras ideas políticas, es que la “juventud, es una enfermedad que se cura con el tiempo”, fuera de esta ironía, que es lo más importante ¿que requiere un joven?.
En Argentina, o para ser más preciso, los Medios en la Argentina solo nos muestran una juventud de minorías, ruidosas pero minorías, lo se soy docente Universitario, veo los números de las Universidades todo el tiempo, lo que exportamos es básicamente inteligencia, software, aplicaciones, que son mayormente producidas por Jóvenes, una de las Empresas más grandes de la Argentina que da trabajo a más de cinco mil empleados es una empresa de servicios como Mercado Libre, pero hay otras, el mercado de Internet ha crecido a niveles exponenciales, hoy ya no se necesita un “local a la calle” se necesita un portal vistoso, y hoy hay empleos que desconocíamos hace diez años, diseñadores gráficos y de Paginas de Internet, Administradores de Redes etc.
Los Bancos comercializan productos con aplicaciones, cada vez hay más “Cajeros Electrónicos” y aplicaciones para transacciones, que hombres y mujeres realizando la tarea, oficiales de cuentas, Cajeros etc.; hoy los usuarios, podemos sacar dinero en efectivo desde supermercados, farmacias, estaciones de servicio, etc.
El Acuerdo Estratégico es para el futuro, es para esos jóvenes de 16 a 30 años, no es para nosotros que tenemos más de cincuenta o sesenta, es una apuesta a nuestros hijos.
Lo que debemos hacer, es lo que normalmente hacemos, mejorar el presente para que ellos tengan un buen futuro, es nuestra condición de especie dominante en el desarrollo de la evolución humana, hacemos cimientos para que otros construyan edificios, hacemos puentes para que otros lo utilicen, escribimos para enseñar o explicar.
Es difícil que creamos que millones de jóvenes no entiendan que en Bruselas se firmó un documento que requiere que la política presente lo acompañe, que está pensado para la franja etaria de 16 a 30 años, por ejemplo.
Se trabaja en la formulación de empleos que a lo mejor hoy no existen, se deberá reconvertir los existentes, hay que capacitar.
El verbo dominante de los setenta para nosotros fue “luchar, claro no teníamos democracia, ni derechos, nos mataban en las calles, nos torturaban en las comisarías.
Los verbos de estos años deben ser: “capacitar”, “educar”, “planear”.
Debemos mirar hacia adelante, el futuro no nos pertenece, es de ellos se lo debemos explicar.
Nuestros hijos no deben “vivir” nuestras vidas, deben vivir las suyas, y nosotros debemos ayudarlos.
Quería hacer estas reflexiones, hace unos días en Bruselas se empezó a escribir el futuro de nuestros hijos y nietos, al menos los que los tenemos y nos pueden mirar a los ojos con orgullo nos van a entender, otros lamentablemente sufren depresiones, porque no pueden explicar su propia vida, lo lamento profundamente.
Hace muchos años un Señor al que respeté y quise muchísimo, que me dio mi primer trabajo “serio” me dijo “Quien no puede manejar su vida, no puede ofrecerse a manejar la de otros”, no es una verdad irrevocable, pero si un llamado de atención.
Para terminar si bien como dice Anatole “El futuro está oculto detrás de los hombres que lo hacen”, nos permitieron los hacedores de él, echarle un vistazo, y es fantástico lo que vemos.
Tranquilos debemos explicarles a los que nos miran con ojos de sorpresa por su edad, que lo que viene es muy bueno.
Los abrazo feliz día de la Patria el 9 de Julio.-
Gracias Ana Emilia Veteri.
Dr. Guillermo E. Banzas
Abogado especialista en Derecho Público
Ministerio de Educación. Docente Universitario Profesor.
