Marina
Rovner Especialista
en trastornos de ansiedad, fobias y pánico. Licenciada
en Psicología. Magister
en Comunicación y CulturaProfesora
Titular Universidad Abierta Interamericana www.marinarovner.com
La vejez es un tema conflictivo, no sólo para quien la vive, sino
para aquellos que diariamente se enfrentan desde sus roles
(familiares o profesionales) a los problemas inherentes de la edad.
Todos necesitamos de una mano amiga, pero los más vulnerables,
además requieren de personas a su alrededor para que les ayuden a
resolver situaciones. Con el aislamiento social, las personas de edad
avanzada han cambiado sus rutinas diarias, teniendo que permanecer
más tiempo en las casas, sin contacto físico con otros miembros de
la familia, amigos y colegas. Para millones de adultos mayores, la
cuarentena ha representado una lucha para que el aislamiento no se
convierta en soledad.
Según la encuesta
de la Universidad Abierta Interamericana, realizada en julio del
2020 por alumnos de la Cátedra de Adultos y Adultos Mayores de la
Facultad de Psicología, Carrera de Musicoterapia de Buenos Aires, al
menos un 73,6% de la sociedad está preocupada la situación que
viven los adultos mayores desde que empezó el aislamiento social
preventivo y obligatorio en el AMBA.
A raíz de la
necesidad de potenciar sus recursos personales, de manera espontánea
la sociedad ha respondido ayudándolos a afrontar las dificultades
que acarrea el vivir en aislamiento. Según la encuesta, el nuevo
entramado social está construído principalmente por hijos/as
(52,6%), nietos/as (20,5%) y vecinos (7,5%) quienes estimulan las
actividades asociadas con la sobrevida, orientándose al cuidado y a
la promoción de la salud. Esta red de apoyo ha obtenido logros
importantes en las personas de edad avanzada:
-Ayuda emocional: el
94% se comunicaron a través de mensajes de watsup y el 91% por
llamadas telefónicas.
-Apoyo instrumental:
al 77% les hicieron las compras, al 75% les
indicaron dónde acudir en caso de emergencia.
-Apoyo
en la conectividad: al 54% los ayudaron a mantenerse conectados
de manera virtual y al 46% le han mostrado cómo chatear por video
con otras personas usando teléfonos, computadoras o tablets.
Hay
adultos mayores que se sienten acompañados, sin embargo, el índice
de preocupación con respecto a sí mismos es de un 51.9% y un 22%
percibe que les han prestado menos atención que antes de la
cuarentena. Esto da cuenta de que la tarea a nivel social podría
optimizarse ya que el aislamiento sostenido en el tiempo, tiende a
exacerbar los sentimientos de soledad asociados con una mayor
mortalidad, actividad física reducida, disminución del esfínteres,
alteraciones mentales y depresión.
Por
otro lado, resulta escalofriante la cantidad de adultos residentes en
geriátricos en el AMBA que fallecieron por Covid-19. Si tenemos en
cuenta que el 41% de la población respondió que no tenía permitido
el acceso a los geriátricos y el 24% que prefería no ir a
visitarlos, ¿qué red afectiva acompaña a los más vulnerables en
este contexto?
Por
supuesto que el aislamiento social durante la pandemia nunca tuvo la
intención de frustrar las conexiones sociales, pero es importante
tomar en cuenta que seguir impidiendo a los familiares y amigos que
visiten a sus mayores queridos, tenderá a un efecto negativo llamado
desmoralización, caracterizado por: baja
autoestima, problemas psicofisiológicos, tristeza, sentimiento de
soledad, stress ante las normas institucionales, interacción
insatisfactoria con los demás residentes y problemas de salud. En
vez de prohibir la entrada de las familias sería recomendable
extremar al máximo el protocolo de cuidado tomando todos los
recaudos necesarios y posibilitar un simple acto de presencia sin
involucrar el contacto físico ni la cercanía, lo cual colaboraría
en reducir el índice de preocupación de la población y contribuir
al bienestar de los mayores.
Cómo
fortalecer el acompañamiento (para
desarrollar o potenciar el nivel de bienestar)
Apoyo emocional
-Realizarles
llamadas telefónicas.
-Enviarles mensajes
de Whatsapp.
-Animarlos a que se
contacten con sus amigos y familiares.
Ayudar con tareas
-Cocinarles algo
rico (dejárselos en la puerta si fuera necesario).
-Hacerles las
compras (dejárselos en la puerta si fuera necesario).
-Ayudarles a
mantener contacto con sus médicos.
-Indicarles
dónde acudir en caso de emergencia.
Ayudar a
incorporar tecnología
-Mostrarles cómo
chatear por watsup.
-Mostrarles cómo
utilizar el video a través del celular, computadora o tablet.
Aún
cuando no lo manifiesten en voz alta, hay personas que piensan:
“Igual ya se van a morir”, sin embargo ¿quién podría decir con
total seguridad que en los 30 años que van de los 70 a los 100, no
se pueden hacer cosas maravillosas?
UNIVERSIDAD
ABIERTA INTERAMERICANA
Encuesta
de la Realizada por alumnos de la Facultad de Psicología,
Carrera
de Musicoterapia. Cátedra Adultos y Adultos Mayores
Dirigida
y Coordinada por la Profesora Titular Lic. Marina Rovner