El oficialismo propone suspender las Paso (elecciones primarias). El argumento que esgrime formalmente una sensibilidad que no tuvo en el arranque duro de la cuarentena ni en medio del ajuste. Lo hace para motorizar una jugada política que tiene más condimentos de especulación y manipulación, que de sensibilidad ante la crisis política, económica y social existente en el País.
La discusión está atada como todo a la coyuntura y para nada a un análisis de fondo sobre ese mecanismo del sistema electoral, que sin dudas se debe un debate siempre postergado por conveniencias también coyunturales.
Las elecciones de 2021 presentarían una gran oportunidad para implementar cambios y mejoras al sistema electoral en la argentina, como ser la implementación del sistema de boleta única. La Cámara Electoral se ha pronunciado a favor de ese sistema y existen tanto antecedentes en el País, como diversos proyectos al respecto presentados en el Congreso de la Nación.
Hay un primer cálculo se podría señalar que la suspensión las PASO favorecería centralmente al oficialismo. Eso supone, en líneas generales, que afirmaría el armado del Frente de Todos y complicaría a Juntos por el Cambio en su doble condición de oposición nacional y oposición en la mayoría de los distritos, empezando por la decisiva provincia de Buenos Aires.
Junto con esa concepción, circula la hipótesis según la cual las condiciones generales del país serían mejores en octubre que en agosto, mes del turno electoral que sería suprimido. Todo, pensando en una mejora económica advertible y en horizonte sin nuevos capítulos graves por la pandemia del covid, con apuesta a la vacuna.
En el 2020 se realizaron en el mundo 113 elecciones en el medio de la pandemia del COV 19, por ejemplo, una de las más recientes fue la de EEUU.
Un elemento común que caracterizo las elecciones realizadas durante este año tan particular, fue la capacidad de anticipación, previsión, prevención y de mejora de los sistemas. Lamentablemente no es el caso argentino.
En ningún caso en la argentina se está discutiendo cómo mejorar el sistema electoral. Y con las PASO en particular, no está sobre la mesa un debate sobre el sistema de selección de candidatos, con impulso a la participación ciudadana. En rigor, la suspensión fortalece una tendencia que ni siquiera la ley de Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias logró frenar en algo más de una década: la confección de listas y candidaturas en escritorios del poder. La suspensión de la ley, sin discutir cómo mejorarla –en su sentido, efectividad y costos-, sería un nuevo aporte a la regresión política.
La suspensión de las Paso cuando ya comenzó el cronograma electoral desvirtúan los procesos electorales alternado las reglas de juego.
De llevarse acabo seria un hecho arbitrario y discrecional de impacto no solo electoral, sino también en otros ámbitos como el económico político y social.
Las señales al mundo y a la sociedad serian desastrosas debido a que profundizaría la incertidumbre y la desconfianza.
La Argentina no puede convertirse en el Reino de la arbitrariedad. Lo que da certidumbre a una sociedad son las instituciones.
La emergencia sanitaria no puede ser una excusa para la arbitrariedad. Para salir adelante como País hace falta estabilidad y certidumbre.
Vamos en sentido contrario.
Lic. Javier Marcos Argolo
Candidato a Presidente UCR Morón Lista 214
