Un 02 de abril de 1916, se realizaron los comicios para elegir
Presidente y Vicepresidente de la Nación resultando ganadora la fórmula
integrada por Hipólito Yrigoyen y Pelagio Luna respectivamente la que obtuvo
336.980 sufragios, el 46,83 % de los votos emitidos. De esta manera quedaría
consagrado Yrigoyen como el primer presidente argentino electo por la Unión
Cívica Radical quien asumirá el cargo entre el 12 de octubre de 1916.
Estas elecciones son las primeras que se realizan en la Argentina a nivel nacional bajo el imperio de la Ley 8.871 más conocida como Ley Saenz Peña de voto secreto, obligatorio y universal para varones.
Con la llegada de Hipólito Yrigoyen como el primer presidente electo por el voto popular, sería el comienzo de una nueva página en la historia y de la democracia como la conocemos hoy en día.
Popularmente apodado “El Peludo”, por su aversión a mostrarse en público, que fue electo en representación de la Unión Cívica Radical como Presidente de la Nación en dos oportunidades (1916-1922 y 1928-1930), siendo el primero en acceder a ese cargo electo bajo el imperio de la Ley Sáenz Peña de voto secreto, obligatorio y universal.
En su extensa acción política participó y lidero las revoluciones de 1890 y de 1893 y participo en la creación de la Unión Cívica de la Juventud en 1889, la Unión Cívica en 1890 y la Unión Cívica Radical en 1891.
Fue Diputado Nacional por la provincia de Buenos Aires (1880-1882), conductor y líder de la Unión Cívica Radical.
Hombre austero de firmes convicciones que durante sus periodos como presidente donaba su sueldo a una escuela y que frecuentemente hacia el recorrido desde la modesta habitación donde residía hasta la Casa de Gobierno a pie y muchas veces se detenía en el banco de una plaza para charlar con la gente.
En el campo internacional impulsó la fraternidad americana y la neutralidad durante la Gran Guerra, al igual que la determinación de retirar la delegación argentina de la Sociedad de Naciones al no respetarse la igualdad de todos los Estados miembros. En lo interno, mejoró la distribución del ingreso y el desarrollo social; fundó más de tres mil nuevas escuelas y combatió el analfabetismo. En la universidad impulsó la democratización por medio de la Reforma Universitaria de 1918. En lo económico, defendió el patrimonio nacional y los recursos energéticos, fundando Yacimientos Petrolíferos Fiscales. Proyectó la creación del Banco de la República para la regulación financiera y del Banco Agrícola para apoyar a los pequeños productores rurales. Impulsó la creación del Ferrocarril Huaytiquina para fomentar las economías regionales dañadas por el centralismo. Apoyó la ciencia y la tecnología, a través de la creación de los Institutos del Petróleo, de la Nutrición y del Cáncer. Yrigoyen afirmó que “la democracia no consiste solo en la garantía de la libertad política, entraña a la vez la posibilidad para todos de poder alcanzar un mínimum de felicidad siquiera”.
En su segunda presidencia (1928-1939), reafirmó y consolidó los principios de su anterior mandato en resguardo del patrimonio nacional, por medio de la nacionalización del petróleo y la defensa de los intereses populares. En lo internacional, sostuvo el ideario de hermandad entre las naciones y de no beligerancia: “Los hombres deben ser sagrados para los hombres y los pueblos para los pueblos”.
Al ser derrocado por el golpe de Estado del 06 de setiembre de 1930, la Argentina se encontraba entre las diez primeras naciones del mundo en cuanto al ingreso por habitante. El producto bruto de nuestro país era del 50 % del de toda América Latina y el doble que el de Brasil. Fue injustamente encarcelado durante un año y tres meses en la Isla Martín García. Anciano y enfermo, regresó a la Capital para vivir en casa de una hermana, pues había perdido todos sus bienes a lo largo de su vida pública. Falleció en Buenos Aires, el 3 de julio de 1933.
“El poder, a pesar de ser uno de los medios más eficaces para hacer practico un programa, no es el fin al que pueda aspirar un partido de principios ni el único resorte que pueda manejar para influir en los destinos del país. Solo los partidos que no tienen más objetivo que el éxito aplauden a benefactores que los acercan al poder a costa de sus propios ideales”
Hipólito Yrigoyen (1852-1933)".
Es importante recordar que fue el primer líder por elección popular, creador de YPF e impulsor de muchas políticas públicas que aún hoy guían nuestro país.
Sin ninguna duda dejo un gran legado para el País y el tiempo y la historia reconocieron a Don Hipólito Yrigoyen.
Lic. Javier Argolo.