Hoy, en el Día Mundial de la Libertad de Prensa, no hay mucho que celebrar en Argentina. Los datos son contundentes: 2024 se ha convertido en el año más violento para el periodismo desde 2013, con un aumento del 53% en ataques a la prensa respecto al año anterior, según el informe del Foro de Periodismo Argentino (FOPEA). Un retroceso alarmante que no solo mancha la democracia, sino que evidencia una estrategia sistemática de hostigamiento desde el poder.
El Gobierno como Principal Agresor
El monitoreo de FOPEA registró 179 agresiones en 2024, la segunda cifra más
alta desde 2008. Lo más grave: el 56% de estos ataques provino del poder
político, con el presidente Javier Milei como principal responsable, protagonizando
discursos estigmatizantes y agravios públicos contra periodistas.
Términos como "ensobrados",
"pauteros", "corruptos" y "delincuentes del
micrófono" han sido lanzados desde el Estado, alimentando un clima de odio
que se replica en redes sociales, donde se contabilizaron 240.000 menciones
peyorativas contra la prensa por parte de Milei y su entorno.
Este discurso polarizante, que ubica al periodismo como "enemigo", no
es nuevo: en 2013, bajo el gobierno de Cristina Fernández, también se vivió una
escalada de ataques, con 152 violaciones a la libertad de prensa y un uso
discriminatorio de la publicidad oficial para castigar a medios críticos. Pero
lo que diferencia a 2024 es la virulencia y la normalización de la violencia
verbal desde la máxima autoridad.
Un Ataque a la Democracia
La libertad de prensa es un termómetro de la salud democrática, y Argentina
está en estado crítico. El gobierno de Milei no solo restringió el acceso a
la información pública mediante decretos, sino que eliminó las
conferencias de prensa y utilizó "milicias digitales" para
hostigar a periodistas independientes. Como señaló el Comité para la Protección
de los Periodistas (CPJ), estas acciones buscan "disciplinar y amedrentar
a los grandes medios", socavando el rol de contrapeso que debe tener la prensa.
El paralelismo con 2013 es inevitable: aquel año, la Corte Suprema avaló una Ley
de Medios usada para perseguir a grupos como Clarín, mientras el Ejecutivo
fomentaba la polarización. Hoy, el mecanismo es distinto pero el objetivo
similar: silenciar las voces incómodas.
¿Quién Defiende a Quienes Nos Defienden?
Los periodistas de televisión fueron los más agredidos (73 casos), seguidos por
radios (47) y medios digitales (25). Mientras, en provincias como Tucumán y
Córdoba, las coberturas se vuelven riesgosas por la combinación de violencia
estatal y crimen organizado.
FOPEA ya alertaba en 2023
sobre el crecimiento de agresiones vinculadas al narcotráfico, un fenómeno que
se expandió en 2024.
Pero el mayor peligro no son los golpes, sino la impunidad. Cuando el
presidente llama "torturadores seriales" a los periodistas, está
enviando un mensaje claro: la crítica será tratada como delito.
Resistir es Informar
En este día, recordamos a José Luis Cabezas, asesinado por retratar el poder
oculto, y a todos los colegas que hoy trabajan bajo amenaza. La advertencia de
FOPEA es clara: "El asedio al periodismo debilita la democracia"
Como director de Mundo Norte,
exijo al gobierno:
Cese inmediato de los
discursos de odio contra la prensa.
Garantías reales para el ejercicio periodístico sin represalias.
Acceso transparente a la información pública, sin censura.
La libertad de prensa no es un privilegio: es el oxígeno de la democracia. Y
hoy, en Argentina, se nos está quitando el aire.
#LibertadDePrensa #BastaDeAtaques
Fuentes: FOPEA, CPJ, RSF, CELS.
Román Reynoso
Periodista y director de: Mundo Norte
Contacto: roman@mundonorte.com.ar