Por Román Reynoso para Mundo
Norte
Durante los operativos de
Navidad en el kilómetro 64,5, agentes de Transporte de la Provincia de Buenos
Aires detuvieron un vehículo que realizaba maniobras temerarias. El test de
alcoholemia arrojó "desbordamiento de rango", evidenciando un estado
de intoxicación extremo.
Un hecho de gravedad inusitada
tuvo lugar durante la jornada de festejos navideños en la Ruta Nacional 226,
a la altura del kilómetro 64,5, en jurisdicción del distrito costero. En el
marco del despliegue de seguridad vial por el fin de semana largo, el
Ministerio de Transporte de la Provincia de Buenos Aires interceptó a un
conductor que circulaba en condiciones de peligro absoluto para sí mismo y para
terceros.
El episodio se desencadenó
tras un aviso de la Policía Vial, que alertó sobre un vehículo ejecutando
maniobras zigzagueantes y temerarias sobre la traza. Al tomar intervención los
agentes de la cartera que conduce Martín Marinucci, procedieron a
detener la marcha del rodado para realizar el control de rutina, que derivó en
una sorpresa mayúscula para los fiscalizadores.
Al someter al conductor al
test de alcoholemia, el etilómetro no arrojó una cifra numérica, sino la
leyenda "desbordamiento de rango". En la jerga técnica de la
seguridad vial, esto indica que la concentración de alcohol en sangre superó la
capacidad máxima de medición del dispositivo calibrado, situándose en niveles
toxicológicos gravísimos, muy por encima de cualquier parámetro de supervivencia
consciente y, por supuesto, violando flagrantemente la Ley de Alcohol Cero
vigente en territorio bonaerense.
Fuentes especializadas indican
que para "romper la escala" de estos dispositivos, los niveles suelen
superar los 3,00 g/l de alcohol en sangre. En ese estadio, el sistema nervioso
central sufre una depresión severa, lo que conlleva pérdida casi total de
reflejos, confusión mental y un riesgo inminente de coma etílico. Conducir en
ese estado equivale a transformar el vehículo en un arma.
Ante la evidencia irrefutable,
el personal de fiscalización labró el acta de infracción correspondiente y
procedió a la retención preventiva del vehículo. El conductor quedó a
disposición de la Justicia de Faltas y se debió aguardar la presencia de un conductor
alternativo habilitado para retirar la unidad, una vez cumplimentados los
procesos legales.
Desde el Ministerio de
Transporte enfatizaron que este tipo de operativos no tienen un fin
recaudatorio, sino de preservación de la vida. La detección de este caso, que
podría haber terminado en una tragedia de magnitud, ratifica la necesidad de
sostener la rigurosidad en los controles sobre las rutas provinciales y
nacionales que atraviesan Buenos Aires.
Portal de Noticias MundoNorte Instagram: @mundonorte

