Por Román Reynoso para Mundo
Norte
El Ministerio de Transporte
bonaerense desplegó un fuerte operativo de fiscalización en el Corredor
Atlántico y la autopista Buenos Aires-La Plata. Durante el fin de semana se
retuvieron 50 licencias y se registraron casos de alcoholemia grave.
El inicio de la temporada de
verano 2026 trajo consigo un endurecimiento significativo en los controles
viales de la provincia de Buenos Aires. Tras el lanzamiento oficial del Operativo
Sol, encabezado días atrás por el gobernador Axel Kicillof y el ministro de
Transporte, Martín Marinucci, las rutas bonaerenses fueron escenario de un
vasto despliegue de fiscalización que arrojó resultados preocupantes en materia
de conducta al volante.
Durante la madrugada del
sábado y el domingo, los agentes de la cartera de Transporte, apoyados por
fuerzas de seguridad, realizaron más de 1.700 controles vehiculares en
puntos estratégicos del Corredor Atlántico y en la Autopista Buenos Aires–La
Plata, las principales arterias del éxodo turístico. El saldo de estas primeras
jornadas de alta intensidad fue la retención de cerca de 50 licencias de
conducir debido a diversas irregularidades, siendo la presencia de alcohol
en sangre el factor predominante.
Alcohol Cero y tecnología
aplicada
El ministro Marinucci había
anticipado la rigurosidad de las medidas durante la presentación del operativo.
"Es un operativo dinámico, con más herramientas tecnológicas y más
vehículos para brindar asistencia ante cualquier hecho de tránsito", sostuvo
el funcionario, poniendo énfasis en el cumplimiento irrestricto de la Ley de
Alcohol Cero.
Los alcoholímetros no dieron
tregua. Entre los casos positivos detectados, se registraron graduaciones
alarmantes, alcanzando un máximo de 1.90 gramos de alcohol por litro de
sangre, casi cuatro veces el límite que permitía la antigua legislación
nacional y violando flagrantemente la normativa de tolerancia cero vigente en
la Provincia.
La insólita excusa del
"vinagre"
La crónica de los operativos
dejó también espacio para situaciones que rozan lo inverosímil. En uno de los
retenes montados durante la madrugada del sábado, un conductor cuyo test de
alcoholemia arrojó 1,21 g/l intentó evadir la sanción con un argumento
que sorprendió a los inspectores. El automovilista alegó haber ingerido una
gran cantidad de vinagre en una ensalada, adjudicando a ese condimento el
resultado positivo. La justificación, carente de sustento técnico, fue
desestimada de inmediato por los equipos de fiscalización, procediéndose a la
labra del acta correspondiente y la retención del vehículo.
Foco en la prevención
Desde el Ministerio de
Transporte confirmaron a este medio que la presión de los controles se
mantendrá constante durante toda la temporada estival. La estrategia no solo
apunta al alcohol, sino que refuerza la vigilancia sobre el uso del cinturón
de seguridad y la prohibición del uso del celular al volante, dos de
las causales con mayor incidencia en la siniestralidad vial grave.
"Vamos a tener personal
de fiscalización en las rutas para cuidar la vida de cada bonaerense y
garantizar viajes seguros", reafirmó Marinucci, instando a los veraneantes
a respetar las campañas de concientización como "Siempre Casco" y
"Un Click que Salva".
El mensaje es claro: el Estado
busca reducir al mínimo los márgenes de error humano en las rutas, y la
tolerancia con los infractores será nula en un verano que promete un altísimo
caudal de tránsito hacia la Costa Atlántica.
Portal de Noticias MundoNorte Instagram: @mundonorte
