Según datos oficiales, desde
que se implementaron los controles, siete de cada diez educadores retornaron a
las aulas.
El gobierno provincial de Santa Fé difundió los primeros resultados de las auditorías que está realizando sobre
las licencias docentes. Por primera vez en varios años, los profesionales del
área de Salud Laboral salieron a buscar "casa por casa" a maestros y
profesores autorizados a ausentarse del aula por enfermedad o por el cuidado de
un familiar. Según se destacó desde el Ministerio de Educación, en el 70 por
ciento de los controles los maestros y profesores retomaron su actividad.
Las auditorías comenzaron en
febrero pasado, antes del inicio del ciclo escolar. Abarcaron a los docentes de
escuelas públicas, de todos los niveles desde el inicial hasta el superior de
establecimientos de toda la provincia. El disparador de la medida fue el
incremento del ausentismo detectado en los últimos cuatro años.
El foco se puso en los pedidos
de licencias médicas denominadas de corta duración, es decir aquellas que no se
extienden más de quince días, y las de larga duración, superiores a ese lapso
de tiempo. Pero también se fiscalizaron los permisos por cuidado de familiares
y otros tipos de autorizaciones administrativas, como relevos o estudios de
perfeccionamiento o capacitación.
La novedad de los controles
tiene que ver con su metodología, ya que después de años los profesionales
Salud Laboral fiscalizaron las licencias en los domicilios de los docentes.
Además, desde febrero se realizaron unas 600 juntas médicas para analizar la
situación de los docentes que tienen licencias prolongadas, para determinar si
les corresponde acceder a tareas diferentes, sin estar frente a alumnos, o
iniciar los trámites de jubilación.
Batería de medidas
Los controles forman parte de
una batería de medidas que apuntan a reducir los índices de ausentismo en el
sector docente, de las cuales el que más resistencias generó fue el premio a la
asistencia perfecta que comenzó a abonarse en abril pasado a maestros y
profesores de escuelas públicas y de gestión privada.
"En diciembre las áreas
técnicas del Ministerio (de Educación) elaboraron un informe que nos permitió
acceder a una foto del ausentismo docente. Y desde febrero, Salud Laboral está
auditando en forma domiciliara las licencias de corta y larga duración",
explicó la subsecretaria de Recursos Humanos de la cartera educativa, Erica
Figueroa.
La funcionaria explicó que la
tarea de fiscalización demanda un "trabajo minucioso del personal de
planta", encargado de determinar "que las licencias que se piden y se
otorgan se ajusten a la normativa".
Figueroa destacó que las auditorías de
licencias en el domicilio de los maestros "no se estaban haciendo",
lo que pudo haber habilitado abusos. "Lo que buscamos que el
sistema sea más justo y ordenado", destacó.
Las actividades de
fiscalización se despliegan en todas las seccionales regionales y se
realizan todas las semanas, el número varía de acuerdo a la capacidad
operativa del personal. Además de los controles "casa por casa"
también se incrementaron los turnos en los consultorios de salud laboral
escolar que funcionan en Rosario y en la ciudad de Santa Fe.
Estas tareas son el punto de
llegada de un proceso que incluyó también la regularización de las carpetas
médicas a los docentes interinos y reemplazantes que se
incorporaron al sistema en los últimos años, ya que existían más de 7 mil
maestros y profesores que estaban trabajando sin ese documento, y la
renovación de las declaraciones juradas de familiares a cargo de los
educadores.
Licencias cortas y largas
Según explicó la subsecretaria
de Recursos Humanos, los controles hacen foco en las licencias de corta
duración, de quince días, donde predominan las migrañas, dorsalgias o,
actualmente, malestares propios de la época invernal. Estas se auditan, en
forma aleatoria y generalmente a domicilio.
En el caso de las licencias
de larga duración, prevalecen los problemas psiquiátricos, y en este
caso la auditoria se realiza por junta médica.
También se están revisando las
licencias por cuidados de familiares, acotando los permisos a padres,
madres, hijos o parejas. En el caso de otros familiares, el docente
tendrá que acreditar que es la única persona que puede hacerse responsable del
cuidado.
En forma paralela, se
fiscaliza las licencias administrativas (que incluyen actividades de formación
_como cursos o exámenes_, inclemencias climáticas, relevos o imprevistos) que
pueden extenderse desde un día hasta meses. En estos casos, se evalúa la
documentación presentada para autorizar la licencia.
"Nuestro objetivo _señaló
Figueroa_ es garantizar la continuidad pedagógica porque el ausentismo no sólo
impacta en la cuestión presupuestaria, sino también en los aprendizajes".
Un tema con historia
El ausentismo docente se
impuso como un problema a resolver desde el comienzo de la gestión de
Maximiliano Pullaro. Es más, a fines de febrero, cuando comenzó
la negociación paritaria con los sindicatos de maestros, la provincia presentó
un informe advirtiendo que en los últimos cuatro años, el ausentismo se había
incrementado un 10 %, ubicándose en el 25,3 %. Una cifra que duplica y en
algunos casos triplica los índices de otras provincias, apuntaron.
Uno de los datos del informe advertía sobre los costos que significaba para el sistema. Según el trabajo, sólo en 2023, el costo de contratación de reemplazos fue de 100 mil millones de pesos, lo que equivalió a dos meses de salarios del sector. Los números hacían hincapié en el uso de licencias para el cuidado de familiares enfermos y las licencias de corta duración, es decir aquellas menores a 15 días.
Se espera que otras provincias tomen de ejemplo a Santa Fé...
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