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23/11/25

Bauman, el sociólogo que desnudó el mayor miedo no confesado de la Modernidad Líquida

Por Román Reynoso | Periodista, Buenos Aires | Domingo 23 de Noviembre de 2025



El pensador polaco Zygmunt Bauman (1925-2017), artífice de la célebre metáfora de la "modernidad líquida", identificó un pilar fundamental en la angustia contemporánea: el terror a la soledad. En un mundo de vínculos frágiles y acelerados, el miedo a ser abandonado se erige como la "peor pesadilla" del ser humano, incluso cuando se esconde tras la vorágine de las redes sociales.

Zygmunt Bauman, un sociólogo de fuste cuyo análisis marcó el pulso de las últimas décadas, dejó un diagnóstico ineludible sobre la psiquis del hombre contemporáneo: "El principal miedo que tiene el ser humano, aunque no lo reconozca, es a quedarse solo. Es su peor pesadilla".

Esta tesis, desarrollada en el marco de sus trabajos sobre el "Amor Líquido" y la "Modernidad Líquida", expone una de las paradojas más agudas de nuestra era: nunca antes estuvimos tan hiperconectados, pero pocas veces se sintió tal "hambre de compañía real". Los likes y los contadores de "amigos" digitales, según Bauman, actúan como un velo que oculta el temor más profundo: el abandono, la exclusión o, en términos primigenios, la expulsión de la comunidad.

La diferencia entre soledad y desierto

En su análisis, Bauman realiza una distinción crucial que resuena con la sabiduría de la filosofía clásica, desde Aristóteles hasta Epicuro: no es lo mismo la soledad no deseada (soledad) que la solitud buscada.

La soledad es el dolor que desgasta, aquella que se instala aun rodeado de gente; es la sensación de no pertenecer, de ser un solitario en medio de la muchedumbre. La ciencia, de hecho, ha avalado esta lectura, asociando la exclusión social con riesgos elevados de depresión y afectaciones en la salud física.

En contraste, Bauman pide reconciliarse con la solitud: el arte de estar a solas sin sentirse roto, de apagar el ruido constante para poder escucharse. El pensador advirtió que la salud mental se encuentra en el delicado equilibrio entre ambos términos: sin solitud, la comunidad se vuelve un mero refugio ante el miedo; sin comunidad, la solitud se transforma en un desierto.

Cómo construir pertenencia real

Frente a la fragilidad de los vínculos fugaces, el sociólogo polaco proponía la construcción activa de pertenencia. No se trata de una "compañía de consumo" pasajera, sino de la edificación de lazos que verdaderamente sostengan en la adversidad.

Para forjar este anclaje real, el diagnóstico es claro: es necesario buscar "terceros lugares" fuera del hogar y el trabajo (bibliotecas, clubes, centros cívicos) donde la confianza se coseche a través de la repetición de pequeños encuentros significativos. Además, el ejercicio de practicar el desacuerdo sin ruptura, algo que las redes sociales facilitan eludir mediante el bloqueo o la eliminación, resulta esencial para fortalecer un vínculo genuino. En definitiva, el legado de Bauman interpela a la sociedad a dejar de buscar refugios líquidos y a invertir esfuerzo en la única certeza que combate el miedo existencial: la solidez de las relaciones humanas auténticas. 

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